ADAGIO






En la clase de música, les enseña a los alumnos el sentido místico de la creación de César Franck; para afianzar sus conocimientos ejecuta en el piano una de las beatitudes del gran músico, y siente que toca el cielo... De pronto, el ruido de la risa que se le escapa a uno de los estudiantes quiebra el momento extático. Mientras regresa a la tierra, otra vez su mantra: los enemigos del alma son tres: mundo, demonio y carne.


Janneth Lojano López


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