El fuego de tu existencia



Anoche después de hablar contigo sentí el fuego de tu existencia. Me calcinaste la médula del alma. 
Lo que siento por ti es inescrutable, ni siquiera me permito explorar esos sentimientos, porque tengo miedo de lo que pueda hallar.
No sé si tendré que olvidarte, pero sé que cada vez tu presencia es más fuerte; te deslizas bajo mi piel y te instalas con tus ejércitos de belleza extraña. 
Quisiera darte un beso de buenas noches, cobijarte en mi pecho hasta quedarnos dormidos, amanecer ebria de tus ojos profundos como dos abismos de café infinito. 
Quisiera decirte todo esto mientras penetras con tus espada de carne, todos mis adentros. 
Ahora ha caído la noche y, mientras tu cabello ensortijado se enreda con las pestañas del destino, vislumbro el futuro y tú no estarás conmigo.


Anónimo

¡Comparte este poema por San Valentín!
Previous Post Next Post Back to Top